Las ranas y Cuatro pueblos

[English]

Las ranas

Un grupo de ranas viajaba por el bosque cuando dos de ellas cayeron a un pozo profundo. Todas las demás ranas se juntaron alrededor del pozo. Al ver la profundidad del pozo, les dijeron a las desafortunadas ranas que nunca podrían salir. Las dos ranas hicieron caso omiso de los comentarios e intentaron saltar fuera del pozo.

Las otras ranas les decían que se detuvieran, que era como si ya estuvieran muertas. Finalmente, una de ellas hizo caso a lo que decían las otras ranas y sencillamente desistió. Se desplomó y murió.

La otra rana siguió saltando con todas sus fuerzas. Una vez más, la multitud de ranas le gritaban que dejara de sufrir y que muriera. Saltó aún más fuerte y finalmente logró salir. Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: "¿Por qué has seguido saltando? ¿No nos has oído?".

La rana les explicó que era sorda. Creyó que le estaban animando todo el tiempo.

Esta historia encierra dos lecciones:

1. Hay poder de vida y de muerte en la lengua. Una palabra de aliento a quien se siente abatido, puede levantarlo y ayudarlo a superar el día.

2. Una palabra destructiva hacia alguien que está deprimido puede ser lo único que se precise para matarlo. Ten cuidado con lo que dices. Inspira vida a los que se crucen en tu camino.

El poder de las palabras ...  Es difícil de comprender que una palabra de aliento pueda llegar tan lejos. Cualquiera puede pronunciar palabras que le quiten a otro el ánimo para resistir en tiempos difíciles.

Especial es aquel que emplea su tiempo para motivar a otro.

 

Cuatro Pueblos

Había cuatro pueblos. En cada pueblo, la gente se moría de hambre. Cada pueblo tenía una bolsa de semillas.

En el primer pueblo, nadie sabía para qué podían servir las semillas. Nadie sabía cómo plantarlas. Todo el mundo pasaba hambre.

En el segundo pueblo, una persona sabía qué eran las semillas y cómo plantarlas, pero, por una razón u otra, no hizo nada al respecto. Todos padecían hambre.

En el tercer pueblo, una persona sabía qué eran las semillas y cómo plantarlas. Propuso plantarlas a cambio de ser declarado rey o gobernante. Todos comieron, pero fueron sometidos.

En el cuarto pueblo, una persona sabía qué eran las semillas y cómo plantarlas. No sólo plantó las semillas, sino que enseñó a todos el arte de la jardinería. Todos comieron, y todos fueron libres y empoderados.