Argentino de primera generación, la llegada de la familia Hamud a Argentina se remonta a los años de la Primera Guerra Mundial, donde la necesidad de huir del reclutamiento del imperio Otomano hizo que el abuelo de mi abuelo movilizara a toda su familia cruzando el Atlántico.
Nacido en Tucumán (Argentina) en 1941 y criado en Argentina hasta la edad de 18 años junto a sus padres (Ali Hamud y Ana Luisa Martínez), su hermano (Salvador), y abuelos (Abdallah y Zamzam), emprendió de la mano de su abuela la vuelta a sus orígenes en Taldarah (Siria) tras el fallecimiento de sus padres en un trágico accidente.
Los siguientes años de su vida se pueden resumir en un matrimonio de 7 hijos (desgraciadamente uno de ellos falleció a muy temprana edad) y en dedicarse a la traducción e interpretación del castellano-árabe en medios de comunicación y su pasión por la fotografía.
En 1974, Ismael visitó por primera vez España con la idea de encontrar oportunidades para emprender empresarialmente. Tardó unos años hasta que pudo iniciar un pequeño negocio de importación y exportación textil que iría cogiendo volumen y solidez hasta el punto de ser reconocido y galardonado como comerciante del año en su sector.
Su gran proyecto, no obstante, siempre fue su familia. Con el tiempo trajo a sus hijos de Siria a España y a los hijos de su hermano (también fallecido) de Argentina a España, para que pudieran tomar riendas de lo que él estaba construyendo.
Con la gastronomía como una de las pasiones familiares, Ismael vendió el negocio textil y tanto él cómo sus hijos empezaron a abrir restaurantes en Barcelona, siendo este (desde los años 90) el principal tipo de negocio de la familia Hamud.
Llegado el momento a principios de 2000, decidió que sus hijos tomaran las riendas de los negocios y dedicó el resto de su vida a ver su familia crecer y cuidar de su jardín en Taldarah.
Mi abuelo tuvo la inmensa fortuna de poder ver a Mawlana Hazar Imam en 2001 y en 2008, ambas veces en Salamiyah. Lo hizo, además, rodeado de su mujer e hijos. Siempre guardó esos recuerdos en muy alta estima y su devoción y fe han sido siempre patente en todos sus hijos y nietos.
Ismael Hamud Martínez murió el 28 de septiembre de 2018 en Barcelona rodeado de su mujer, hijos y nietos. Pese a todos los retos que la vida le planteó, Ismael fue un hombre fuerte, con fe y siempre se sintió afortunado de haber podido formar una familia grande, saludable y de atender todas sus necesidades. Dejó un legado de 6 hijos, 14 nietos e innumerables recuerdos.