Sabias que la lectura aporta múltiples beneficios, desde el incremento de la inteligencia hasta la prolongación de la esperanza media de vida.

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Previene enfermedades

Correr e ir al gimnasio son actividades físicas que se han puesto de moda, ya que el ejercicio fortalece el cuerpo y promueve el bienestar. Pero, por muy variado que sea el entrenamiento, no todos los músculos se trabajan. Para que nada se quede atrás, la lectura de un libro es una buena medicina: innumerables estudios indican que la lectura estimula los "músculos" del cerebro y los hace más fuertes, y puede actuar como factor preventivo de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer. También se ha demostrado que las personas con profesiones más exigentes intelectualmente son menos propensas a desarrollar patologías relacionadas con el deterioro del cerebro.

Reduce el estrés

Según una investigación dirigida por el neuro-psicólogo británico David Lewis de la Universidad de Sussex, nada mejor que leer un libro para calmar un corazón acelerado  Ni caminar, ni escuchar música, ni beber té. Seis minutos de lectura hicieron que los niveles de estrés del 68% de las personas que aceptaron participar en el estudio disminuyeran, contra un máximo del 61% que trataron de calmarse a través de la música. Un té, el 54% o una caminata, el 42%; otras alternativas evaluadas, fueron menos efectivas.

Combate el envejecimiento del cerebro

Hay una relación directa entre la actividad cognitiva realizada a lo largo de los años y la pérdida de las capacidades cognitivas asociadas al envejecimiento natural, como la memoria, el razonamiento o la percepción. Cuanta más atención se dedica a la primera, por ejemplo, a través de la lectura de libros, más lenta se vuelve la segunda, como se concluye en un estudio del 2013 publicado en la revista científica Neurology, de la Academia Americana de Neurología.

Aumenta la esperanza media de vida

Un estudio de la Universidad de Yale, en los Estados Unidos, reveló que las personas que leen un libro durante 30 minutos al día,  como media viven 23 meses más, en comparación con los que no lo hacen. Los investigadores llegaron a esta conclusión después de 12 años de estudio, que se publicó en la revista Social Science and Medicine.