Dos personas muy especiales, Farana Sadrudin y Mariana Jadaugy, nos dejaron el pasado 28 de marzo, durante el Sagrado mes de Ramadán, mientras realizaban un trabajo reservado a aquellos que tienen como meta y motivación intentar ayudar al prójimo.
Farana Sadrudin era miembro del Consejo de Portugal representando a España. Durante 9 años vivió entre Madrid y Lisboa y fue durante ese tiempo que forjó relaciones muy cercanas con los miembros del Jamat de España. Farana era una persona muy accesible y empática y captaba las necesidades y especificidades de unos y otros, realizando su trabajo con dedicación y tesón, y a la vez involucrándose a nivel humano. Esto se tradujo en un nuevo ímpetu con respecto a las relaciones institucionales entre los jamats de España y Portugal. Algunos jamats en España resurgieron y la conexión entre los ismailíes residentes en España y su sentimiento de identidad y pertenencia a un jamat español y global (One Jamat) se acrecentó notablemente gracias a que Farana implementó no solamente las redes sociales en el desempeño de sus funciones, sino que añadía siempre su calidad humana, que acompañaba todo lo que hacía. Muchos miembros del jamat de España guardan consigo una experiencia personal vivida con ella que marcó la diferencia en un momento concreto.
Farana tenía un afán inmenso por viajar, hacer, conocer, saber, avanzar y de materializar sus planes de forma inmediata, sin demora, exprimiendo cada minuto del día -ahora todos entendemos el porqué. Su pérdida nos ha dejado a todos, como reflejan las múltiples muestras de afecto recibidas, “sin una gran amiga”, “sin una hermana”, “sin nuestro ángel”, “sin una gran mujer”, “sin un tesoro” y también, “sin palabras”.
Recojamos el testigo que nos ha pasado Farana para continuar el recorrido hacia la meta -InshAllah guiados siempre por la visión de Mawlana Hazir Imam para sus jamats- con el mismo amor, entusiasmo, optimismo, compromiso, lealtad y, sobre todo, con el espíritu de servicio que ella poseía.
Descansa en paz. Nunca te olvidaremos.
