La inflación ha crecido en todos los países de la zona euro en octubre de 2021, según los últimos datos estimados de Eurostat. En España el dato provisional se sitúa en un 5,5% respecto al año anterior, un punto y medio por encima del IPC (Índice de Precios al Consumo) registrado en septiembre. Este porcentaje supone el nivel más alto desde septiembre de 1992 en España.

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En cuanto al resto de países de la Eurozona, nuestro país es el cuarto de los estados a los que más está afectando la escalada de precios. Los precios de la energía se han disparado este año en Europa debido a la falta de suministro del gas y al encarecimiento de las emisiones de CO2. Esto está generando una escasez que presiona los precios al alza. De hecho, el Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja cómo dentro del comportamiento de España influyen los precios de la electricidad, pero también la de los carburantes y lubricantes de vehículos y el gas.

La tendencia al alza de los precios, no solo se va a mantener, sino que va a aumentar en los próximos meses.

Pero no solo en España se baten récords. En Francia, la inflación subió un 3,2% en octubre, según el dato estimado de Eurostat, lo que supone su nivel más alto desde 2008, también debido a la subida de precios de la energía y de los servicios.

El primer ministro francés, Emmanuel Macron, dijo el pasado mes de octubre que se necesitaba una mejor estabilidad de los precios de la energía e instó a los miembros del G20 a estabilizar los suministros para evitar una interrupción este invierno, según recoge Reuters. En Italia, el IPC se aceleró hasta el 3,1% y en Portugal la inflación se situó en 1,8% en octubre.

En el conjunto de la Eurozona, el IPC aumentó un 4,1% en octubre con respecto al mismo mes del año anterior debido, como principal factor, al alto coste de la energía.

El Banco Central Europeo (BCE) había previsto un crecimiento de los precios de un 2,7% para el tercer trimestre del año, y hasta un 3,1 en el cuarto, pero espera que bajen entre 2022 y 2023. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, aseguró en rueda de prensa que la previsión del organismo es que el crecimiento del IPC “será transitorio” y reconoció que la energía es “el principal riesgo.”


Consecuencias nacionales

El enorme repunte de la inflación en España amenaza las previsiones de ingresos del Gobierno. Los analistas alertan de que a mayor precaución entre la población por las subidas de los precios, menor consumo, y menos ingresos y beneficios empresariales, ya que éstas, además, se verán afectadas por el alza de la luz.

El encarecimiento de los precios, espoleado por la subida del coste energético, se ha convertido en una arrolladora ola que amenaza la capacidad adquisitiva de los españoles, el valor de sus ahorros, parte de los fondos consignados para en el Presupuesto General de 2022 y el vigor mismo de la recuperación económica tras la crisis del Covid-19.

A diferencia de otras cifras macroeconómicas, el impacto de éstas es directo y notorio sobre nuestros bolsillos. Supone, por ejemplo, una relevante pérdida de valor de los ahorros, que  alcanzaron máximos históricos durante la pandemia por las cautelas adoptadas para afrontar la crisis y la imposibilidad de efectuar los hábitos de consumo tradicionales.

De la misma forma, los sueldos españoles han perdido un importante poder de compra como consecuencia de la inflación. Así, tomando como referencia el último incremento salarial pactado en convenio en el mes de septiembre, del 1,46%, resulta que los 6,17 millones de trabajadores afectados han perdido desde entonces más de cuatro puntos de capacidad de compra respecto al IPC de octubre.