Extracto de Rumi y sus amigos

English

1. El discurso del Paraíso

El sultán Walad nos relató esta historia:

Un día, un grupo de hombres distinguidos vino a visitar a mi padre. Ese día, explicaba ciertos aspectos del misticismo de manera muy vehemente:

"Oh Bahauddin, si quieres estar en el Paraíso para siempre, sé amigo de todos y nunca guardes malicia hacia nadie en tu corazón".

Y continuó recitando:

No pidas más; no seas superior a los demás;

sé como el bálsamo y la vela, no como la aguja que punza.

Si no quieres que el mal venga a ti de nadie

no hables mal, ni enseñes el mal, ni pienses mal de nadie.

Cuando hables con buena voluntad de los demás

siempre serás feliz y esta felicidad es el paraíso mismo.

Si hablas con amargura sobre alguien

albergas ira y esta ira es el infierno mismo.

Cuando recuerdas a tus amigos

el jardín de tu corazón florece de felicidad,

llenándose de rosas y albahaca.

Si hablas de los enemigos

las espinas y las serpientes entran en el jardín de tu corazón

y te cansas y te marchitas.

Todos los profetas y santos (que la paz sea con ellos)

se han dado cuenta de ello y han actuado en consecuencia.

Sus semejantes, abrumados por su hermoso carácter

se sienten atraídos por su bondad y siguen de buen grado, y felizmente, su camino".

2. Saadi de Shiraz relata esta historia acerca de sí mismo:

Cuando yo era niño, era un muchacho piadoso, ferviente en la oración y en las devociones. Una noche estaba velando con mi padre, mientras sostenía el Corán en mis rodillas. Todos los que se hallaban en el recinto comenzaron a adormilarse y no tardaron en quedarse profundamente dormidos.

De modo que le dije a mi padre:
Ni uno solo de esos dormilones es capaz de abrir sus ojos o alzar su cabeza para decir sus oraciones. Diría uno que están todos muertos.

Y mi padre me replicó:
Mi querido hijo, preferiría que tú estuvieras dormido como ellos, en lugar de murmurar.

Enlace: https://sufism.org/