En invierno, tendemos a quedarnos más parados y a acurrucarnos en las mantas. Descuidamos el tipo de alimentos que comemos y hacemos menos ejercicio físico, tan útil para la salud de nuestros huesos y articulaciones.
También es habitual que aprovechemos el sol, cuando nos 'invita' a sentarnos en una terraza o en un banco del parque, sin darnos cuenta del repentino descenso de la temperatura.
Por lo tanto, el invierno requiere un ajuste de nuestros hábitos de vida diarios. Además de vacunarnos contra la gripe y con la dosis de refuerzo de la vacuna de la COVID-19, es fundamental que sigamos más de cerca los consejos médicos, tanto en lo que se refiere a reforzar las vitaminas como a ajustar la medicación.
Hay que intensificar los cuidados dietéticos y la ingesta de bebidas calientes y agua son esenciales. El consumo de alimentos ricos en vitamina C, A, E, complejo de vitamina B y también ricos en hierro y zinc es fundamental para reforzar el sistema inmunitario, aumentar la síntesis de glóbulos blancos y anticuerpos, proteger contra la gripe y las enfermedades infecciosas y limitar los procesos inflamatorios.
¿Dónde podemos encontrarlos?
Vitamina C: Lechuga, espinacas, brócoli, naranja y limón.
Vitamina A: Batata, calabaza y zanahoria.
Vitamina E: Carne, yema del huevo, cereales, frutos secos, cacahuetes, nueces, aceite de oliva y soja.
Hierro y Zinc: Alubias, judías, almendras, semillas de calabaza.
En cuanto a las prácticas de higiene y vestimenta, es importante mantener la piel bien hidratada, evitar las temperaturas muy altas en el baño y rehuir de los cambios bruscos de temperatura sin estar bien abrigado.
En cuanto a la ropa, debemos ponérnosla por capas, para poder quitárnosla en función de la temperatura del lugar en el que nos encontremos.
Por último, e igualmente importante, es mantener cierta actividad física. Esto significa crear una rutina diaria. Supone tener actividades de estimulación cognitiva. La salud mental y emocional en invierno son más exigentes: nos obligan a luchar contra la inercia, la soledad y la falta de vitalidad.
Durante el invierno, la compañía de los familiares, el apoyo de los amigos y la solidaridad de la comunidad son esenciales para la salud de nuestros mayores.
Artículo de the.ismaili (18/11/2021)