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Durante de este periodo, Hazir Imam siguió estableciendo instituciones para mejorar la calidad de vida en África y Asia. Inauguró los Servicios de Promoción Industrial (IPS) en Tanzania y Uganda, sentó las bases del Colegio Médico y Hospital Aga Khan en Karachi, abrió el Hotel Serena en Nairobi y anunció la creación del Premio Aga Khan de Arquitectura. Estas iniciativas de desarrollo por parte del Imamato, siempre han estado sustentadas en la ética islámica de atender a los más necesitados de la sociedad.

En 1967, en su discurso durante el encuentro de la Universidad de Peshawar, Mawlana Hazir Imam advirtió que las sociedades musulmanas no debían perder de vista esta ética, afirmando lo siguiente:


"Sería traumático que esos pilares del modo de vida islámico, la justicia social, la igualdad, la humildad y la generosidad, que se nos han encomendado a todos, perdieran su fuerza o su amplitud de miras en nuestra joven sociedad. Nunca deberá decirse, de aquí a varias generaciones, que en nuestra codicia por el bien material del rico Occidente, hemos renunciado a nuestras responsabilidades para con los pobres, los huérfanos, el viajero, la mujer soltera."


El tema de los conflictos morales a los que se enfrentan las naciones occidentales y las amenazas que éstos suponen para las sociedades musulmanas, es recurrente en las directrices del Imam. En 1976, en su discurso presidencial ante la Conferencia Internacional de Seerat en Karachi, Hazir Imam señaló que los valores del Sagrado Corán y el ejemplo del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su familia) siguen siendo relevantes en las sociedades musulmanas modernas.


Mawlana Hazir Imam también insistió constantemente sobre la importancia de la educación y el intelecto, el mayor regalo de Dios al género humano. En 1975, se tomó la decisión de crear una institución destacada para el estudio del legado del jamat y para la mejora de la calidad de su educación religiosa. El Instituto de Estudios Ismailíes (IIS) se inauguró en Londres en 1977.


A nivel personal, en esta década también nacieron tres de los hijos de Hazir Imam, la princesa Zahra, el príncipe Rahim y el príncipe Hussain, todos ellos en Ginebra (Suiza). También prosiguió realizando visitas, concediendo Didar a los jamats de África del Este, Paquistán, el Reino Unido, la India y Francia. En su guía, hizo hincapié no sólo en cuestiones mundanas, sino también en la importancia de la fe, la asiduidad en la oración y la observancia de la ética del islam para garantizar una vida equilibrada que nos permita desarrollar nuestro verdadero potencial. Todo ello era especialmente relevante, teniendo en cuenta los avances científicos y tecnológicos que emergerían en los años venideros.


Enlace al artículo original en inglés:
https://the.ismaili/global/news/features/reflecting-65-years-imamat-part...